domingo, 3 de enero de 2010

Este blog nace de una necesidad de corporeizar algo paralelo a aquello que como objeto-textual (consideración ontológica del constructo literario) se conforma desde la pulsión. Para decir algo que no está en este texto ni en el siguiente, sino por encima de todo el corpus de textos. Y no sólo en estos, sino que también está ya ahí en los que aún están por escribir. Algo que no sé cuando lo digo, pero que es mucho más intenso que aquello que creo estar diciendo. O, por lo menos, mucho más necesario.


"Lo indecible está -indeciblemente- contenido en lo dicho". -Ludwig Wittgenstein.


Para dejarme hablar. De mis piezas, de la vida o de lo que sea. Pero dejarme hablar, dejar salir el aliento, eso que sale desde no sé dónde en busca de afecto.

También, de vez en cuando, para representar: confiar en lo supuestamente dicho, aún sabiendo que no lo estoy diciendo. Es decir, para reflexionar, acomodarme a las trabas y engaños del pensamiento.


Héctor.